Mujer onírica

Que tan arduo es el camino en el destierro de lo apacible y el infierno de tu imagen que en mis pupilas ciegas vive, rompecabezas efímero de los amantes que se buscan y no encajan, ¿no lo entiendes? La respuesta se esconde temerosa debajo de la cama de la duda y la arrogancia. En la cima del castillo edificado en la luna del olvido deje una nota en la cual escribo ¡ven conmigo! pero no la hallaste, tu insomnio te aleja de la magia en la que vivo. Despierto, bostezo, y duermo de nuevo, el sueño a cambiado, ahora se trata de un beso y una trampa, la mujer de humo y yo la abeja que se asfixia en su presencia, dice te amo y ya no ataca.

Mis sueños te soñaron a pesar de que en vigilia me encontraba (desconozco al pintor)

Arian A. R. Alegre