Las yemas de mis dedos observando cara tenue divagando en ellos, palma se posa en mi frente, mi cabello le da escozor, sin duda gota de sudor se desliza. Quise escribir una historia de amor, el personaje principal asesinaba a su amada, para defenderse de su cruel coquetería que lo aniquilaba lentamente, le extraje las entrañas con palabras, y más tarde a distancia razonable de mi escrito, ella no me amaba, me dispongo a devolverle la vida entre párrafos y tinta, me convertiré en su padre pues nacerá de mi delirio, mas ahora la sangre será nuestro lazo e imposible ese amor a de ser otorgado, ahora sentado cavilando en medio de la alcoba, me juzgo por haberme enamorado de mi obra.
Arian A. R. Alegre
Pintura: "Libro de libros", de Vladimir Kush.
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