5 may 2011

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La fuente

No tenia origen, no tenía razón… se alimentaba así misma, se creaba así misma, el principio de todo se encontraba en su oscuridad, sin límite, sin algo que la sacié, pero sobre todo sin lengua, sin sonido, sin palabra, no era nada y sin embargo odiaba, no podía no hacerlo, en si misma ella era odio, era la abominación del abismo más profundo, era doble silencio, era doble tiniebla, la porquería mas infame que pudiera no existir, pero un día fue nombrada y cobro vida.

¿Que eres?
Soy un hombre.
 Arian A. R. Alegre
 
Los ángeles adorando al “miedo”, o a dios, ¿qué importa?

“Le tememos al temor mas él se esconde por miedo a nosotros”
Arian A. R. Alegre


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