Digerir la soledad es mancillar la indulgencia de la hipocresía
universal, pero el castigo se halla en su imposibilidad. Nacimos condenados al
tedio de la sujeción, a la guillotina del verdugo cobarde que no te mira a los
ojos derrotados, por que el hombre no es más que la víctima del hombre, y al
final hay placer, al final gozamos de la muerte de la dignidad; regodeo de la
humanidad cual cerdo en su inmundicia, pero el cerdo carece de elección, y la
locura como libertad para el hombre, no parece opción.
Arian A. R. Alegre
1 comentarios:
es verdad :S
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